Esta Navidad pasada fue menos productiva, en lo que a
repostería se refiere, que la de otros años. Para Navidad no preparé nada dulce
este año, así que me limité a preparar el postre para el día de Nochevieja y el
roscón de Reyes que os enseñé la semana pasada.
Para acabar el año preparé una mousse de tres chocolates. Ya
había preparado otras veces la tarta pero me apetecía alguna variante para esa
noche y quería que fuese algo que se pudiese servir de forma individual.Primero pensé en utilizar la receta que tengo para hacer la tarta tres chocolates, reduciendo las cantidades y poniéndolo en vasitos en lugar de en un molde grande. Pero las últimas dos veces que he hecho la tarta la última capa me ha dado algún problema a la hora de cuajar bien, así que no quise arriesgarme y busqué otra receta.
Encontré una receta que utiliza gelatina en lugar de sobres de cuajada, y no lleva leche sino que se incorpora clara de huevo a punto de nieve para darle la textura de mousse. Para darle un toque un poco diferente entre las capas de chocolate le puse unas cuantas bolitas de cereales bañadas en diferentes chocolates.
Si vuelvo a hacer este postre no voy a poner las bolitas… De
todo se aprende, y las bolitas se ablandan con el paso de las horas. O sea, que
al día siguiente ya no le daban el toque crujiente que yo esperaba encontrar en
medio de la mousse.
La decoración fue simple, fundí chocolate con leche y con
una manga pastelera y una boquilla pequeña dibujé unas estrellas encima de
papel de horno y las puse a enfriar en la nevera. Una vez duras las puse encima
de cada vasito.
Preparé el postre el día anterior a consumirlo, para
asegurarme que quedaba bien cuajado. Además tenía que trasladarlo y así aseguré
que no sufría ningún percance durante el viaje.
Lo que más trabajo me llevó fueron los vasitos. En primer
lugar tuve que decidir si utilizaba recipientes de cristal u optaba por los de
plástico. Finalmente ganó la segunda opción ya que me pareció lo más práctico
para una noche en la que, de por sí, ya hay suficiente jaleo en la cocina.
Fui a comprar vasos pequeños de plástico transparente (para
que se viesen las capas de los distintos chocolates), pero así sin hacerles
nada me parecieron bastante sosos y poco indicados para la ocasión.
Mientras compraba otras cosas que me hacían falta para esa
noche se me ocurrió la idea de comprar alguna cinta bonita para decorar los
vasos, y así lo hice.
Cuando llegué a casa me puse manos a la obra con la
decoración de los vasos, simplemente corté la cinta tomando la medida del y la
pegué a él con tres o cuatro trocitos de cinta de doble cara para que la cinta
se sujetase bien.
Y en la foto podéis ver el resultado final de los vasitos
decorados y con la mousse ya lista.
Debo deciros que se trata de un postre muy rico, pero no muy
indicado para una cena o comida copiosa ya que, al llevar gelatina para que
cuaje, no queda una mousse muy ligera.
Espero que os haya gustado y feliz semana.
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